Hoy viernes de amargura, porque por supuesto aquí todavía es viernes y no se salvarán de lo que tengo que opinar les traigo "Vístete para el éxito".
Siempre he tenido la fortuna de saber elegir bien a quienes participan en mi entorno. Sí, creo que es cierto eso que se rumora "dime con quién andas, y te diré cómo eres" y creo en la capacidad del ser humano adulto para elegir entornos sociales en los que desea (y necesita indirectamente) participar. Sin embargo, de pronto los leo confundidos creaturas divinas.
Vestirse tiene poco que ver con el éxito o con triunfar en la vida. Seguramente en sus pequeñas burbujas sociales sea importante verse "guapito" pero cuando alcanzamos la mayoría de edad y el cerebro nos gira lo suficientemente rápido comprendemos que uno no puede "vestirse" para el éxito y mucho menos "vestirse" para convertirse en alguien interesante y mucho menos útil y no mencionaremos inteligente.
Sus ropitas tienen poco o nada que decir de su capacidad intelectual. Sea cual sea tu estilo, afortunada creatura que puedes elegir libremente tu vestimenta, procura ser genuino, el buen gusto es relativo pues todos (afortunadamente) tenemos gustos diversos, pero la genuinidad es transparente y muy pero muy evidente.
El éxito no dependerá de tu atuendo a menos que te rodees de personajes como tú, con frootloops cerebrales.
El éxito dependerá de cómo realices tu función, sea la que sea en el mundo y para la que al resto del planeta le valdrá madres totales cómo te veas.
Enseñemos que el éxito y la riqueza no tiene que ver con colores, ni modas.