La genética trae consigo un sin fin de cosas que ni siquiera intentaré detallar. Lo que si no trae consigo es la forma en la que nos relacionamos con los otros.
La forma en la que construimos relaciones con otros individuos la aprendemos en casa. Con aprender muchas veces creemos que la gente se refiere a procesos automáticos pero, la observación y el análisis es algo que hacemos todos los días y quizá todo el tiempo. ¿A dónde voy? Peeermíteme: la forma en la que se comporten tus hijos en cuanto al tipo de relaciones que tiene en el planeta es en gran medida CULPA TUYA.
Nuestras relaciones se basan en reglas, límites, roles, estructuras, y otros. Claro, no todo quien nace bajo árbol putrefacto terminará oliendo a hongo. Es cierto que se puede no sólo igualar este tipo de relación sino modificar en su totalidad.
Afortunadamente para tus hijos, si el tipo de relaciones que tienen frente a sus ojos (dicho en español de feis, la forma en la que convives con el resto del planeta) no les parece del todo adecuada, lograrán cambiarlo. ¿Me perdí?
No. En resumen, como se comporten tus cuervos hoy con el planeta es culpa tuya. Como se comporten tus cuervos mañana cuando tu ya no estés es decisión suya. Ten cuidado con tus cuervos. Enseña bien porque eso no viene en la genética.
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